ElPaí­s.com da mucha pena

EN: Warning: This post is over two years old, so it's possible that the views, opinions, links or instructions reflected on it do not correspond with the way I think now or the way things currently work. I have evolved (and so have the World and the Internet), so it might be advisable to just take this entry for a glimpse into the (my) past. 🙂

ES: Atención: Este artículo tiene más de dos años de antigüedad, de modo que los puntos de vista, opiniones e instrucciones que se vierten en él pueden no corresponder con cómo pienso ahora o cómo funcionan las cosas en la actualidad. He evolucionado (y también lo han hecho el mundo e Internet), así que probablemente lo más recomendable sería entender esta entrada como un simple reflejo del (de mi) pasado. 🙂

Me parece tristísima la redacción que muestra desde hace algún tiempo El País.com. No si lo hacen a propósito para que los que tengamos cierto aprecio por la buena ortografía y redacción nos compremos la versión en papel o si lo que quieren es volver tontos a los que leemos en Internet.

La mayoría de los artículos que leo últimamente no pasarían ni un examen de 2º de E.G.B en los años ochenta, cuando teníamos siete años y aún no nos habíamos subnormalizado como ahora.

Dos ejemplos de hoy que me han traumatizado para los próximos diez años (pongo sólo los enlaces porque hasta los titulares son eméticos):

http://www.elpais.com/articulo/sociedad/…

(Rectifico igual que han rectificado ellos: este artículo fue redactado de nuevo -gracias a quien corresponda-, aunque dejaron sin corregir una preposición absurda que supongo que por influencia del inglés vamos a tener que tragar con ella-, pero pongo más abajo la redacción original que estuvo un tiempo en línea esta mañana).

http://www.elpais.com/articulo/sociedad/…
(Este de momento sigue sin pies ni cabeza).

Y sí, yo lo haría mejor hasta con salario cutre que deben de pagar, porque no me explico que tengan como redactores a gente con nivel de primaria escribiendo. Supongo que algunos dirán: pues lee otra cosa… Pero yo quería El País, leñe, y El País.com no es el El País que yo conocía. Siento que me han dado gato por liebre, que me dan Paris Hilton por Luis Rojas Marcos, y eso que hasta me preocupaba en fijarme en la publicidad y todo para darles apoyo.

En algunos aspectos, prácticamente cualquier tiempo pasado SÍ fue mejor porque parece que la moda últimamente es, como decía un colega mío del grupo de teatro, la putrefacción del intelecto.

En fin…

Mis «sustos» en negrita.

Miércoles, 12/9/2007, 09:45 h
El País.com Sociedad

REPORTAJE
La Aguja que voló 11.500 kilómetros sin parar
Un estudio neozelandés sigue a un ejemplar de Aguja Colipinta que voló desde Alaska hasta Nueva Zelanda sin detenerse
ELPAIS.com – Madrid – 12/09/2007

Un estudio neozelandés ha descubierto el pájaro que realiza los vuelos migratorios ininterrumpidos más largos conocidos hasta el momento: se llama Aguja Colipinta y su último récord, confirmado por los ecologistas, ha llegado a sumar 11.500 kilómetros, según publica la cadena BBC en su página web.

El ejemplar de Aguja -una hembra conocida entre los investigadores con el nombre de E7- voló desde Nueva Zelanda hasta Alaska antes de efectuar el viaje de regreso sin paradas. Los científicos que seguían sus movimientos celebraron su llegada a Nueva Zelanda la semana pasada. El pájaro voló durante siete días sin interrupciones hasta recorrer los 11.500 kilómetros que separan los dos países situados en diferentes hemisferios.

A diferencia de otras aves migratorias, que se detienen para comer y descansar durante sus largos viajes, la aguja continúa simplemente a volar hasta que llega a su destino. En este caso, el plusmarquista fue uno de los 13 ejemplares del ave (Limosa lapponica baueri) que abandonaron Nueva Zelanda a comienzos de este año y que los científicos seguían a través de un satélite.

La E7 registró su primer récord de camino al norte, cuando voló sin paradas por 10.200 kilómetros hasta Yalu Jiang, en China. Acto seguido se desplazó de otros 5.000 kilómetros hasta Alaska, donde este tipo de aves suelen ir a reproducirse. La vuelta a Nueva Zelanda supuso una nueva plusmarca para el ave, que recorrió todo el trayecto sin parar una sola vez.

«Nos sorprendió mucho cuando voló 10.200 kilómetros hasta China», explica Phil Battley, un ecologista de la Universidad de Massey, «pero el hecho de que pueda volar 11.500 kilómetros sin parar es algo que hace 10 años hubiera sido impensable. Entonces creíamos que un vuelo de 6.000 kilómetros era extremadamente largo», detalla.